Ingredientes:
500 grs de queso fresco tipo quark
150 grs de azúcar
200 ml de nata para montar
2 cucharaditas de azúcar vainilla
6 hojas de gelatina neutra
500 grs de fresas troceadas
1 sobre de gelatina de fresa
1 paquete galletas maría
125 grs de mantequilla derretida
Base:
Triturar las galletas maría en dentro de una bolsa limpia de plástico pasándole el rodillo por encima hasta que estén hechas migas.
Echar por encima la mantequilla derretida y mezclar bien hasta que se forme una pasta homogénea.
Cubrir el fondo de un molde de tarta desmontable con esta pasta.
Relleno:
Poner en un bol el queso quark y mezclar bien con el azúcar y el azúcar vainilla.
Por otro lado, poner en agua fría las 6 láminas de gelatina hasta que estén hidratadas y blandas. Escurrirlas y disolverlas en un poco de agua caliente.
Una vez disueltas, echar un poco de la mezcla de queso y azúcar para ir templando la mezcla, ya que si lo echamos a la vez se solidificaría al instante. Una vez bien mezclado se incorpora el resto de mezcla de queso.
Montar la nata. Añadirla con una espátula a la mezcla de queso con movimientos envolventes de afuera hacia adentro.
Verter la mezcla sobre la base de galleta y meter al frigorífico unas 6 horas para que endurezca.
Decoración:
Sacar de la nevera la mezcla ya endurecida de queso y nata y poner los trocitos de fresa encima cubriéndolo todo.
Preparar el sobre de gelatina de fresa como indica el fabricante y verter sobre las fresas.
Volver a meter a la nevera y esperar 1 hora más.
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